La industria tinajera en Villarrobledo ha ido evolucionado a través de los siglos. En su origen era una actividad artesanal de clara influencia árabe, transmitida por varias vías, entre ellas los asentamientos moriscos que se producen tras las revueltas de las Alpujarras. En estos momentos un grupo pequeño de la población se dedica a la fabricación de piezas de barro de pequeño tamaño destinadas a almacenar todo tipo de productos. El aumento progresivo de la producción de vino a nivel local y regional originó que estos envases evolucionaran y se adaptaran a las nuevas exigencias del mercado, transformándose en una actividad industrial de enorme repercusión social y económica para la población. El primer documento que hace referencia a los tinajeros locales data de 1627 y es el “Arancel de Reformas y Precios de las mercaderías, salarios y jornales fecho en virtud de las Reales Pragmáticas”, donde se regula el precio de las tinajas por arrobas. En 1753 (Catastro de la Ensenada) aparece la primera relación de los hornos y de los tinajeros que trabajan en Villarrobledo, los apellidos de estos artesanos confirman la tradición y continuidad del gremio. Del siglo XVIII a finales del XIX aparecen los veedores tinajeros, inspectores encargados de vigilar la calidad y precios de los productos. A partir del siglo XIX aumenta la información, coincidiendo con el crecimiento de la producción de vino en la región. En las primeras décadas del siglo XX todavía existen en Villarrobledo 72 hornos de cocer tinajas a pleno rendimiento, hornos que en su mayoría venían de antiguo. De este modo la Industria Tinajera mantiene una gran preponderancia en la vida social y económica de Villarrobledo. La tinajería de Villarrobledo evoluciona de una manera ascendente y llega a su máximo esplendor en el periodo comprendido 1900 a 1926, en que se alcanza la cota máxima de producción: 7000-7500 tinajas de 500 arrobas. En la década de los 50 empezaría su declive, en 1955 la producción bajó hasta 1850 piezas. La aparición de las tinajas de cemento provocó la caída de esta industria, la rapidez en la construcción junto con el abaratamiento de los precios hizo que los bodegueros dejaran de utilizar los envases de barro. Hoy día son pocas las muestras que quedan de la actividad tinajera, los grandes solares que antaño ocuparon las fábricas se han convertido en casas y edificios. Pero en el interior de esas casas aún perviven los recuerdos que mantienen viva la memoria de los tinajeros.

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Se inicia con la alineación de los bolos de empiece y a partir de ahí los rollos se van superponiendo y uniendo unos a otros, por la presión de las manos del tinajero. Se paletea con una palmeta de nogal por la parte exterior y con un mazo cóncavo de olmo por dentro, de tal forma que los poros se cierran y la pared coge cierta consistencia. Vuelta tras vuelta la tinaja va ganando en altura y adquiriendo el espesor deseado. El mazo, la paleta y la arañaera, junto con sus propias manos, son las herramientas de las que se sirve el tinajero para llevar a cabo su labor. Llegado el momento de cerrar la tinaja, entra en juego la pericia del tinajero. Exige trabajar muy inclinado y sin rozar el barro para no deformarlo. La obra empieza a realizarse en los obradores en el mes de septiembre y finaliza en el mes de junio. Los meses de Julio, Agosto y Septiembre se dedican a la cocción.

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Una vez acabadas se sacan al patio y permanecen allí para su “soleao”, antes de proceder a la cocción, último paso en su construcción. Las tinajas son cocidas en grandes hornos construidos de adobes y piedra y siguiendo una línea de clara influencia árabe. Este trabajo entraña una gran complejidad y responsabilidad, ya que el mínimo fallo podría echar al traste el trabajo de muchos meses, por ello en las familias tinajeras desde siempre ha habido un especialista encargado de esta función. La forma de las tinajas, que habitualmente se dividen en cónicas o cilíndricas, ha evolucionado a lo largo del tiempo. Su evolución está estrechamente relacionada con su uso y sus posibilidades como envase contenedor de vino.

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