Bután es un pequeño reino sin salida al mar enclavado en la majestuosa cordillera del Himalaya, entre China e India. Es un país de una belleza natural sobrecogedora, con picos altísimos, valles boscosos y espectaculares monasterios-fortaleza llamados dzongs, que parecen colgar de los acantilados. Pero lo que hace a Bután verdaderamente único en el mundo es su filosofía de desarrollo: en lugar de medir su progreso por el Producto Interior Bruto (PIB), el país prioriza la Felicidad Nacional Bruta (FNB). Este concepto pone el bienestar espiritual y mental de su gente, la sostenibilidad ambiental y la preservación de su cultura por encima de la riqueza material.

!

El país es una monarquía constitucional y ha mantenido un fuerte aislamiento voluntario durante siglos para proteger su cultura ancestral, de profunda raíz budista tántrica. El turismo está muy controlado y se enfoca en un modelo de "alto valor, bajo impacto" para evitar la masificación. Bután es el único país del mundo con una huella de carbono negativa, lo que significa que sus vastos bosques absorben más CO2 del que emite. Una curiosidad: en lugar de semáforos, en la capital, Timbu, un policía dirige el tráfico con elegantes movimientos de manos.

!

Bhutan is a small, landlocked kingdom nestled in the majestic Himalayan mountain range, between China and India. It is a country of breathtaking natural beauty, with towering peaks, forested valleys, and spectacular monastery-fortresses called dzongs, which seem to cling to the cliffs. But what makes Bhutan truly unique in the world is its development philosophy: instead of measuring its progress by Gross Domestic Product (GDP), the country prioritizes Gross National Happiness (GNH). This concept places the spiritual and mental well-being of its people, environmental sustainability, and the preservation of its culture above material wealth.

!

The country is a constitutional monarchy and has maintained a strong, voluntary isolation for centuries to protect its ancient culture, which is deeply rooted in Tantric Buddhism. Tourism is highly controlled and focuses on a "high value, low impact" model to prevent overcrowding. Bhutan is the only country in the world with a negative carbon footprint, meaning its vast forests absorb more CO2 than it emits. A fun fact: instead of traffic lights, in the capital, Thimphu, a policeman directs traffic with elegant hand movements.

!