Las interminables llanuras manchegas, sus extensos campos de cereales de secano y terrenos de pastoreo constituyen el ecosistema ideal para las aves esteparias. Unas aves, no obstante, que presentan importantes limitaciones en áreas agrícolas industriales de tipo intensivo debido al uso de pesticidas o del regadío.

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A lo largo del sendero el viajero podrá disfrutar de las bandadas de esta preciosa y espectacular ave, por lo que se recomienda que lleve unos prismáticos para no perderse la oportunidad única que se le presenta; ya que se trata de un ave protegida de difícil observación.

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Las avutardas son aves de gran tamaño que llegan a alcanzar incluso los 15kg en el caso de los machos, lo que hace que tengan dificultades para el vuelo y prefieran correr a volar. No obstante, es el ave de mayor peso que vuela. Su color pardo y blanco rayado, es idóneo para el camuflaje en tierra seca. Estas aves eligen las llanuras de pastoreo desarboladas y cultivos de cereal para asentarse; anidando en la propia tierra, siempre que esta sea de secano y no labrada, sobre un pequeño hoyo en el terreno cubierto por los tallos de hierbas.

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En la actualidad su hábitat se ha reducido considerablemente debido a los avances agrícolas y con ello, su población.

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Como curiosidad, más del 50% de la población mundial se encuentra en España.

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