Bielorrusia, a menudo llamada la "Rusia Blanca", es un país sin salida al mar en Europa del Este, fronterizo con Rusia, Ucrania, Polonia, Lituania y Letonia. Es una tierra de paisajes suaves y llanos, cubierta en un 40% por densos bosques, lo que le ha valido el apodo de "los pulmones de Europa". El país cuenta con miles de lagos y ríos, y alberga el Bosque de Białowieża, uno de los últimos y más grandes vestigios de la selva primigenia que una vez cubrió toda Europa, declarado Patrimonio de la Humanidad y hogar del bisonte europeo.

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Su historia está profundamente marcada por el siglo XX, especialmente por la devastación sufrida en la Segunda Guerra Mundial y su posterior etapa como república de la Unión Soviética. Esta herencia es muy visible en su capital, Minsk, que fue completamente reconstruida tras la guerra en un grandioso estilo arquitectónico estalinista. Hoy, Bielorrusia mantiene estrechos lazos políticos y económicos con Rusia. Culturalmente, conserva un rico folclore eslavo. Una curiosidad: es uno de los líderes mundiales en la producción de lino y patatas, siendo este último un ingrediente fundamental de su gastronomía.

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Belarus, often called "White Russia," is a landlocked country in Eastern Europe, bordering Russia, Ukraine, Poland, Lithuania, and Latvia. It is a land of gentle, flat landscapes, with 40% of its territory covered by dense forests, earning it the nickname "the lungs of Europe." The country has thousands of lakes and rivers and is home to the Białowieża Forest, one of the last and largest remaining parts of the primeval forest that once stretched across the entire European Plain, a UNESCO World Heritage site and home to the European bison.

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Its history is deeply marked by the 20th century, especially the devastation suffered during World War II and its subsequent period as a republic of the Soviet Union. This heritage is highly visible in its capital, Minsk, which was completely rebuilt after the war in a grand Stalinist architectural style. Today, Belarus maintains close political and economic ties with Russia. Culturally, it preserves a rich Slavic folklore. A fun fact: it is one of the world leaders in the production of flax and potatoes, the latter being a fundamental ingredient of its cuisine.

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