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Este instituto en principio, fue un centro de “Enseñanza Media” y profesional de modalidad agrícola y ganadera, que se impartía en cinco cursos, hasta el año 1959 en que se le añadieron dos cursos más, elevándolo a la categoría de centro de “Enseñanza Superior”. La ubicación inicial de este instituto, estuvo en la Avenida Reyes Católicos, junto al parque de Joaquín Acacio de la Peña, en la antigua Estación Enológica. Se instaló en un edificio preexistente donde se mantuvo hasta 1962.

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Desde el principio el centro tuvo una gran afluencia de alumnos, algunos de ellos de pueblos limítrofes como El Provencio o Minaya, Munera, La Ossa, Socuéllamos, Las Mesas etc. donde no existía este tipo de formación.

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Esta afluencia obligó a la instalación de un comedor en unas dependencias en la planta baja del edificio.Y la necesidad de pernoctar de algunos alumnos, obligó a la creación de una residencia en el último edificio del lado de La Estación, (hoy número 42) frente a la desembocadura de Reyes Católicos.

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La docencia consistía en algunas asignaturas comunes del anterior bachillerato y otras específicas según la zona: Agrícola-ganadera, marítimo-pesquera, industrial, etc, enfocadas todas hacia una formación profesional. En nuestro Instituto hubo ganadería con vacas y ovejas, bodega, carpintería, etc.

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Del Instituto se pasaba a las Universidades Laborales para estudios superiores, pero no a las clásicas, como Filosofía, Medicina o Derecho....

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Creemos que fue en la segunda promoción que uno de los alumnos, Isidoro Pozuelo Romero, al terminar el bachillerato laboral quería estudiar Medicina. Eso no era posible según la ley que regulaba el plan de estudios. El Director del Centro, preocupado por esa situación, se entrevistó con D. Torcuato Fernández Miranda, alto cargo del Ministerio de Educación, y de toda aquella gestión resultó la Ley del Bachillerato Unificado Polivalente.

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El cambio de enseñanza en el Instituto dejó algunos alumnos sin terminar el plan antiguo. Fue complicado, sobre todo para las alumnas, porque en el bachillerato de Enseñanza Media no tenían obligación de estudiar algunas asignaturas que después si les harían falta en el Superior. Para solucionarlo, D. Santos, presbítero, montó una academia en el convento de Santa Clara (entrando por San Ildefonso), para impartir los cursos que les faltaban y que terminaran el nuevo bachillerato aquellas alumnas. Y así tanto ellas como los alumnos, con los dos cursos añadidos pudieron tener acceso a cualquier Universidad.

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Con motivo del cambio experimentado por el instituto en 1959, al ampliar su enseñanza de media a superior, no solo aumentó mucho el número de estudiantes foráneos, sino que el lugar de procedencia era más lejano y diverso.

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El gran incremento del alumnado, obligó a proyectar un nuevo centro en el paraje denominado "Jardín de Barnuevo", (una parcela de almendros propiedad de este señor y que adquirió el Ayuntamiento), hoy Avenida de Menéndez Pelayo, donde ya se impartieron las clases correspondientes al curso 1962-63.

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Con motivo de este traslado, el edificio original de Reyes Católicos fue reacondicionado provisionalmente, para su utilización como instituto femenino. Así permaneció dos o tres cursos por cuestiones organizativas, hasta que todo el alumnado masculino y femenino, quedó refundido en clases mixtas del nuevo Instituto.

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Uno de los primero alumnos, al terminar el bachillerato laboral, quiso estudiar Medicina, Isidoro Pozuelo Romero, pero no era posible según la ley que regulaba el plan de estudios. El Director del centro se entrevistó con D. Torcuato Fernández Miranda, alto cargo del Ministerio, y de toda aquella gestión, resultó la Ley del Bachillerato Unificado Polivalente.

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En el curso siguiente de 1963-64 a consecuencia del cambio en los planes de estudio, se implantó un nuevo curso denominado “De Adaptación”, obligatorio para el acceso a las carreras técnicas. La novedad de este curso y lo poco generalizado que estuvo, ocasionó la llegada de un buen número de estudiantes, curiosamente algunos provenientes de Madrid.

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En 1968 pasó a ser Instituto Técnico de Enseñanza Media, y después también se creó una sección para Formación Profesional de primero y segundo grado.

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La obra de este nuevo Instituto costó 11.800.000 de las antiguas pesetas. El Ayuntamiento aportó un porcentaje de esta cantidad, pero la mayor parte corrió a cargo del Estado.

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Muchas promociones en las que hubo alumnos de otras ciudades, aquellos que dormían en el "edificio de Gayarre", se siguen reuniendo una vez al año en Villarrobledo para conmemorar y recordar su etapa de estudiantes en Villarrobledo. Les quedaron muy buenas amistades y recuerdos.

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Alumnos célebres.

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Uno de los alumnos que destacó por sus notas fue Rufino Roldán Ballesteros que luego fue profesor de Matemáticas en el mismo Instituto. En fotos están los mejores alumnos de aquella primera promoción 1954-55.

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