Pero el ecosistema cordobés se completa con un tercer actor de talla internacional: el Instituto Maimónides de Investigación Biomédica de Córdoba (IMIBIC). Esta entidad, fruto de la alianza entre la UCO y el Hospital Universitario Reina Sofía, sitúa a Córdoba en la vanguardia de la investigación biosanitaria. Por tanto, la provincia cuenta con dos activos científicos de primer nivel: una potente especialización agroalimentaria y de ingenierías (canalizada por Rabanales 21) y un foco de excelencia en salud (liderado por el IMIBIC).

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La Compra Pública de Innovación como Vínculo

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La Compra Pública de Innovación (CPI) es la herramienta que permite al sector público actuar como cliente demandante de soluciones a retos que el mercado aún no ofrece. En Córdoba, esta fórmula encuentra dos campos de aplicación natural. El primero, y más evidente, es el sector salud. El Hospital Reina Sofía y el IMIBIC son demandantes natos de innovación: desde nuevas terapias o sistemas de diagnóstico hasta soluciones de e-Health o big data para la gestión de pacientes. La administración sanitaria utiliza la CPI para plantear estos retos, que son respondidos por las empresas de biotecnología y TIC (muchas de ellas alojadas en Rabanales 21) y los propios investigadores del IMIBIC.

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El segundo gran eje es el sector agroalimentario. La propia Universidad de Córdoba ha sido protagonista en este campo con proyectos como Innolivar, un claro ejemplo de compra pública precomercial (una modalidad de CPI) para desarrollar tecnología innovadora aplicada al olivar. En este caso, la administración (la Universidad) identifica necesidades estratégicas (modernización del sector olivarero) y utiliza la licitación pública para que las empresas, a menudo en colaboración con el parque tecnológico, desarrollen prototipos de maquinaria avanzada o soluciones biotecnológicas, cerrando el círculo entre la investigación, la demanda pública y el sector privado.

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