Kosovo es un pequeño país sin salida al mar en el corazón de la península de los Balcanes. Su historia reciente es la que lo define: fue una provincia de Serbia dentro de Yugoslavia, pero tras una guerra a finales de la década de 1990 y la intervención de la OTAN, declaró su independencia de forma unilateral en 2008. Este es un punto crucial: Kosovo es un estado parcialmente reconocido. Muchos países (incluidos EE.UU. y la mayoría de la UE) lo reconocen como un país soberano, pero otros (incluidos Serbia, Rusia y España) no. La población es mayoritariamente de etnia albanesa y musulmana, con una importante minoría serbia de religión ortodoxa, especialmente en el norte.

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A pesar de las cicatrices del conflicto, Kosovo es un país con una de las poblaciones más jóvenes de Europa, lo que le da un ambiente vibrante y dinámico. Su capital, Pristina, está llena de cafés, galerías de arte y un optimismo palpable. Uno de sus monumentos más famosos es el letrero "NEWBORN", que se inauguró el día de su independencia y se repinta cada año con un tema diferente. En el campo, el país cuenta con hermosos paisajes de montañas y monasterios ortodoxos serbios medievales, como el de Visoki Dečani, declarados Patrimonio de la Humanidad.

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Kosovo is a small, landlocked country in the heart of the Balkan Peninsula. Its recent history defines it: it was a province of Serbia within Yugoslavia, but after a war in the late 1990s and NATO intervention, it unilaterally declared independence in 2008. This is a crucial point: Kosovo is a partially recognized state. Many countries (including the U.S. and most of the EU) recognize it as a sovereign country, but others (including Serbia, Russia, and Spain) do not. The population is predominantly of Albanian ethnicity and Muslim faith, with a significant Serbian Orthodox minority, especially in the north.

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Despite the scars of conflict, Kosovo has one of the youngest populations in Europe, which gives it a vibrant and dynamic atmosphere. Its capital, Pristina, is full of cafes, art galleries, and a palpable optimism. One of its most famous monuments is the "NEWBORN" sign, which was unveiled on its independence day and is repainted every year with a different theme. In the countryside, the country boasts beautiful mountain landscapes and medieval Serbian Orthodox monasteries, such as the Visoki Dečani Monastery, a designated World Heritage site.

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